¿Sueñan los androides con archivos digitales?

 Pere Guiu Rius

Doctor Ingeniero Industrial en Organización, profesor de la ESAGED y miembro de la Comisión de Ingenieros Industriales en las Administraciones Públicas en el COEIC

Reloj de las Luces, ubicado en la acera de la calle Rocafort, 2 de Barcelona. Construido en 1929 con motivo de la Exposición Internacional. Fotografía del autor, 2017.

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Una noticia aparecida en los medios en mayo de 2016 explicaba que la plataforma Ross, fabricada por IBM se convertía en el primer abogado digital del mundo. Se trataba de una aplicación desarrollada a partir de Watson, un sistema capaz de rastrear enormes bases de datos, que aprende en cada nueva investigación y no olvida nunca.

Los abogados hacen preguntas a Ross, igual como podrían consultar a un experto colega, la máquina analiza miles de documentos, lee multitud de textos legales, recopila evidencias, extrae inferencias y en pocos segundos formula una respuesta relevante con citaciones a textos legales y jurisprudencia. Además actualiza continuamente sus datos incorporando las últimas decisiones de los jueces. También realiza un seguimiento de los avances en el sistema legal y además puede hacerlo en 20 idiomas diferentes.

Ello nos lleva a preguntarnos: ¿Podría pasar lo mismo con los archivos digitales y la documentación que ahora se recopila en los archivos de cualquier empresa o administración?

Según mi punto de vista, sería deseable que el colectivo archivístico y de gestión documental se haga fuerte precisamente en este campo, el de los archivos digitales, ya que el buen hacer y la lógica de su trabajo puede ayudarle a ser un elemento clave en la digitalización integral de cualquier organización y permitir que, en un futuro próximo, un artefacto informático (androide, máquina, robot, ordenador, plataforma…) pueda responder con presteza y acierto preguntas como éstas:

• ¿Cuándo se recalificó este terreno y cuál fue la justificación para hacerlo?
• ¿Me puede decir desde que año hay el apellido xxxx en esta municipalidad?
• ¿En qué año se celebró por primera vez la fiesta del árbol en esta población y cuantos asistentes han participado desde su creación?

Parece lógico pensar que la desaparición progresiva de tramitaciones en soporte papel así como la reorientación de las informaciones hacia bases de datos o archivos digitalizados, afectarán sin duda al personal administrativo y técnico que trabajamos en oficinas y, según algunos expertos, vamos hacia la automatización de los trabajos más rutinarios en los próximos 10 o 15 años.

Y aquí me permito algunas predicciones sobre esta tecnología:

• Abrirá nuevas posibilidades y retos, dando más poder a los archiveros, ya que probablemente serán los primeros en adaptarse.
• Hará cambiar al sector archivístico y permitirá pensar de forma más innovadora.
• Impondrá una mejor organización de la información y de los datos.
• No desplazará a los archiveros, sino que hará que el archivo sea más accesible y transparente, como debe ser.
• No tiene sentido luchar contra ella, de la misma forma que ahora muy pocos se plantean vivir sin Internet.